En esta ocasión nos preguntamos como es que el Estado mexicano entró a la modernidad, se considera que con el establecimiento de la Constitución de 1824 formalmente nuestro país entró en esta etapa, sin embargo es hasta la Constitución de 1957 cuando formal y materialmente se concreta este paso, una de las características de la modernidad es la secularización del hombre, se separa la idea de la idea de la circunstancia del hombre de la Dios, no obstante no existe un rompimiento total entre la creencia religiosa y la creación del Estado moderno, sino por el contrario la creación de la nación mexicana se apoyó en el dogma religioso para fortalecerse y concretarse. Lo anterior se observa del contenido del preámbulo de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824 y su artículo primero que señalan lo siguiente:
"En nombre de Dios Todopoderoso, autor y supremo legislador de la sociedad: El Congreso General constituyente de la nación mexicana, en desempeño de los deberes que le han impuesto sus comitentes para fijar su independencia política, establecer y afirmar su libertad y promover su prosperidad y gloria, decreta lo siguiente:
TÍTULO I SECCIÓN UNICA De la nación mexicana, su territorio y religión
1. La nación mexicana es para siempre libre e independiente del gobierno español y de cualquier otra potencia... 3. La religión de la nación mexicana es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana. La nación la protege por leyes sabias y justas, y prohibe el ejercicio de cualquier otra." (énfasis agregado)
De la anterior descripción podemos desprender el impacto que tuvo la religión católica en la construcción del Estado mexicano, la cual se empleó para legitimarlo y hacer valer el imperio de la ley en esta nueva nación, al emitir el documento a partir del cual se creó el México independiente en nombre de Dios Todopoderoso, autor y supremo legislador de la sociedad, se pensaría un respeto y acatamiento absoluto de las disposiciones legales y las instituciones que se crearon a partir de ella.
De esta forma es evidente que no existe un rompimiento al pasar del estado dogmático al moderno en cuanto a la concepción e intervención divina, de esta forma fue como continúa la religación de los mexicanos en esta nueva estructura pero sin alejarse de la anterior, de hecho como podemos ver se declaro como religión oficial la católica, apostólica romana, que era en la cual se encontraban religados los mexicanos por lo que fue una medida muy inteligente de incorporarla como un medio de apoyo y legitimación del estado naciente.
De igual forma el preámbulo de la Constitución de 1857 hace referencia a la voluntad divina al señalar:
"IGNACIO COMONFORT, Presidente sustituto de la República mexicana, a los habitantes de ella, sabed:
Que el Congreso extraordinario constituyente ha decretado lo que sigue:
En el nombre de Dios y con la autoridad del pueblo mexicano."
Por lo anterior podemos concluir que el Estado mexicano llegó a la modernidad de la mano de la Religión y de Dios que le dieron legitimidad e identidad, motivos suficientes para considerar que en sus inicios no fue un Estado secular en su totalidad.
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